Las riendas de tu carrera, tienen que ser tuyas. Para esto debemos estar siempre alertas a nuevas oportunidades y mantenernos comprometidos con nuestro propio crecimiento y desarrollo profesional.
En coaching hablamos del rol de víctima y del rol de protagonista. Una víctima es una persona que siente que no puede hacer nada, que todo lo que le sucede es culpa de los demás y es por esto que toma una actitud pasiva y no logra modificar su situación. Por el contrario, una persona protagonista es una persona que toma las riendas de su vida, una persona que elige y esto... la empodera.
Algunas corrientes de coaching hablan de que realmente uno puede controlar todo lo que le sucede y dan clases magistrales como vos sos 100% responsable de tu vida. Yo no creo que sea tan así, considero que realmente hay cuestiones que suceden y que están fuera de nuestro alcance o posibilidad de acción. Ahora, en estos casos lo que podemos decidir es qué vamos a hacer con esto, cómo vamos a manejar la situación, cómo vamos a actuar, qué vamos a aprender de lo sucedido.
Tomar el rol de protagonistas nos permite crecer, nos hace sentir más satisfechos con nuestra vida, con lo que hacemos y lo que dejamos de hacer. Decidir, elegir, definir qué queremos y que no también aumenta nuestros niveles de bienestar, nuestra motivación y compromiso.
Es por esto, que el coaching estuvo (y está) tan de moda en las organizaciones. El coaching es una metodología que te lleva a la acción y esto es lo que necesitamos para crecer profesionalmente, para no sentir el trabajo como una carga que nos agobia, sino como una experiencia que nos completa y nos hace sentir productivos, felices y motivados a diario.
Para crecer, para hacer lo que nos gusta, para tener la gran ventaja de poder disfrutar nuestro trabajo, necesitamos ser los protagonistas de nuestra carrera, necesitamos tomar constante acción. Es por esto que hoy te comparto 3 claves para tomar las riendas de tu carrera:
Veamos cada una de ellas en detalle:
1. Habla antes y después de que aparezca una oportunidad: Si nosotros no le contamos a los demás qué nos interesa, qué queremos hacer, qué nuevo puesto nos gustaría ocupar... ¿Cómo van a saberlo los demás? Si cuándo surge una nueva oportunidad que nos encantaría aprovechar... no lo decimos, ¿Cómo van a saber que nos interesa?. Necesitamos hablar con nuestros colegas, líderes y equipo y tener conversaciones claras y constantes sobre nuestro futuro. Sobre el tipo de oportunidades que nos gustaría aprovechar y, si aparece algo que nos interesa... ¡Decirlo! Tantas veces vi personas perder oportunidades por no animarse a hablar. Se llenaban de excusas a sí mismas diciendo que eran demasiado nuevas, que no estaban preparadas, que no podían... Y, por este temor, dejaban pasar oportunidades que podrían haber cambiado sus carreras. Así que, hablá antes y después de que aparezcan oportunidades. (Y si no aparecen, generalas! Pero esto lo veremos en un post más adelante =) )
2. Identificá qué entrenamientos necesitas tomar: Seguramente ya escuchaste del "lifelong learning" o de las estrategias de aprendizaje constante. Las épocas en las que conseguíamos una licenciatura universitaria y eso ya nos aseguraba un buen trabajo de por vida... quedaron en el olvido. Hoy no sólo necesitamos formarnos, sino que necesitamos mantenernos actualizados, activos y al día con todas las temáticas relacionadas con nuestra profesión. Es clave formarse de manera constante y consciente, eligiendo temáticas que estén alineadas con nuestro propósito y visión profesional. (Si querés aprender a crear tu propio plan de formación profesional, no te pierdas mi nuevo curso)
3. Animate a salir de tu zona de comfort: Sé que es mucho más fácil decirlo qué hacerlo, pero créeme que esta es la clave del crecimiento. Si no nos desafiamos, si no aprendemos cosas nuevas y nos animamos a aceptar roles en los cuáles tenemos mucho que aprender... no vamos a crecer. No dejes que el miedo te paralice, avanza, acepta los desafíos. Analiza qué es lo que te asusta y pensá qué podes hacer para mitigar esa situación. Si no sabes cómo se hace algo del nuevo puesto, pues tomá un curso. Si tenés dudas sobre el trabajo diario, buscá un mentor. Planificá acciones preventivas que te ayuden a minimizar esa incomodidad y sentirte más cómodo con lo que se viene.
Tres acciones claras, simples... desafiantes en la práctica pero no por ello menos poderosas. Si queres resultados distintos, realmente necesitas hacer nuevas cosas. ¿Qué decís? ¿Qué acción vas a tomar para tomar las riendas de tu carrera profesional hoy mismo?
Ceci Mansilla